miércoles, 12 de febrero de 2020

DÍA 3 EN EGIPTO

Hoy el día ha sido menos intenso, pero no por eso menos interesante. De momento, lo que sí hemos disfrutado es de un estupendo amanecer en el Nilo.

Con la energía aportada por el espectacular amanecer, tras atracar en Edfu, hemos acudido en calesa al monumento de Edfu, ya de la época greco-romana y de los que mejor conservados han llegado hasta nuestros días.


Y antes de salir del templo y sin ánimo de ofender a nadie y puesto que es una cosa que vengo observando estos días, las chicas musulma, apesar de ir taparse con sus pañuelos, son muy presumidas. Aquí una pequaña muestra. 

El regreso al barco lo hemos hecho en las típicas furgonetas de pasajeros Toyota, viejas como la rabia, donde hemos podido comprobar, ya lo habíamos visto a la ida, lo caótico, agresivo y con poco respeto a la seguridad se conduce en esta zona del mundo. No lo puedo expresar con imágenes, pero realmente impresiona.

Lo que si he sacado alguna imágen es de la avenida principal del pueblo. Resulta fascinante ver como viven los egipcios, ¡qué estilo de vina tan pintoresco llevan!

Y a la tarde, rumbo a Kom Ombo, que además de permitirnos deleitarnos con el paisaje de palmeras, hemos podido ver un tren arrastrado por una antigua locomotora de gasoil.

Y ya en Kom Ombo, visita al Templo del dios Sobek, el dios cocodrilo y del dios Horus, el dios alcón. Uno de los templos egípcios más modernos, 181 años antes de Cristo, pero también de los más deteriorados por su proximidad al Nilo.

Y así despedimos el día, esta vez con una cena temática a bordo del barco.

Ahora a dormir, que en tres horas hay que atravesar un tramo del desierto para llegar a Abu Simbel, pero eso será para contarlo mañana.

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