lunes, 7 de mayo de 2018

De romería a Ujué

Tras un madrugón de órdago, a las 05:30 horas nos apostamos para sacar fotos a los romeros que en peregrinación van desde Tafalla a Ujue. 17 kilómetros que hemos hecho en su compañía, con los problemas de luz sobrevenidos de la oscuridad del amanecer y la gran tormenta con la que nos recibió la iglesia-fortaleza de Ujué.

 Momento de meditación previa a iniciar la marcha.

 Comienza la romería con la penumbra de la todavía noche.



  Parada en San Martín de Unx, momento para reponer fuerzas y meditar.

 Y antes de iniciar la marcha, visita a la iglesia de la localidad.

 A mitad de subida a la sierra de Ujue, momento de descanso con un buen almuerzo para llevar mejor el cansancio de piernas.

 Ya estamos arriba, la Zona Media de Navarra queda a nuestros pies. En el crucero, las muestras de devoción son continuas.

 Del crucero al pueblo, en procesión, amenizado por el continuo canto de los romeros, bajo un cielo amenzante.

 A pesar de la granizada, la expectación a la entrada del pueblo-fortaleza nunca defrauda.

 Como tampoco defraudan las imágenes que dejan los penitentes con sus cruces al hombro y el tintineo de sus cadenas arrastrando por el suelo.

 Y el final del camino, la ansiada y venerada Virgen de Ujué, cuya devoción es palpable entre vecinos y visitantes.

Y este es el resumen de un día de romería, expresado en unas fotos que si bien no muestran los actos cotidianos de los romeros, si he tratado de reflejar sus momentos más íntimos que he podido captar con la cámara.










martes, 16 de enero de 2018

Entre nieblas

El día de Navidad, buen paseo para rebajar los excesos de la noche anterior.

La mañana nos brindó un paisaje, frío pero espectacular, envueltos en una húmeda niebla que nos hacía flotar en una inquietante atmósfera.

Buen momento para aprovechar a inmortalizar el blanquecino decorado que difuminaba el paisaje. Como muestra, estas pocas imágenes.





domingo, 7 de enero de 2018

Los valientes del Camino

Hoy tras una nevada de medio metro en Zariquiegui, una cantidad sorprendente para lo que nos toca ver estos años, me he decido mostrar con fotos la dureza del Camino de Santiago, manifestada en esos valientes, muchos solitarios, que deciden aventurarse por estas sendas en pleno invierno.

La sierra, impresionante, con su más de medio metro de nieve, con el doble en zonas de ventiscas y un cielo amenazante que no facilitaba para nada el optimismo.

Así lucía Zariquiegui de par de mañana.


Pero hay que ponerse en camino y "asustarse" con lo que les espera. Quiero primero aclarar que las imágenes van a la inversa, sacando de la cima hacia abajo. Pero eso lo explicaré mejor en la última imagen, que es de esas que me han dejado huella.


Un continuo fluir de peregrino, una docena aproximadamente durante toda la mañana y por lo que he tratado con ellos, todos de fuera.




Esta chica coreana reflejaba en su cara la odisea de ascender en solitario entre nieve casi virgen y ventisqueros durante dos kilómetros. Realmente la mañana ha sido dura.


Como colofón a la serie y como he indicado al principio, la imagen de este joven chileno ascendiendo desencajado el último tramo de la sierra. Ha sido una experiencia muy interesante. Lo he alcanzado a mitad de subida, cuando iba siguiendo sus huellas. El habría camino, el primero en subir esta mañana, con su mochila de siete kilos. Iba exhausto y con la duda de si seguía bien la ruta, ya que se encontraba solo en la sierra. Me he puesto delante, abriendo camino y charlando con él, mientras le daba ánimos. Hace la peregrinación por motivos religiosos, por eso no le importaba que se le hiciese "más cuesta arriba" de lo previsto. No quería llamarlo penitencia, pero tampoco me ha confesado el motivo de su peregrinar.


Es curioso pensar, cuando ya estás en casa, duchado, comiendo cómodamente junto a la calefacción; las inclemencias que aun les queda a estos valientes del Camino para llegar hasta Puente la Reina, totalmente empapados y desfondados. Sin embargo, ahora que ya estarán descansando y a pesar de la dureza de la jornada, supongo estarán muy orgullosos y satisfechos de las experiencias vividas durante la caminata.

Hoy esta entrada de fotos es un homenaje a ellos, los valientes del Camino, deseando que estén ahora junto al fuego en el albergue de Puente la Reina con un cuenco de caldico del peregrino caliente entre las manos.

Y mañana, volverán a surcar el Camino.