Y como segunda parada de la mañana, el pueblo más coqueto que hemos visto, Cudillero, considerado como uno de los pueblos más bonitos de España.
En la siguiente parada, cambiamos totalmente de tercio y nos dirigimos a Aviles, localidad referente por su industrialización a mediados del siglo pasado. A pesar de sus zonas típicas de residencia de obreros, la zona antigua es digna de conocer y perderse por sus calles.
Y no podemos dejar de citar el Centro Cultural Niemeier, única obra en España del genial arquitecto Oscar Niemeier. En esta ocasión vista desde el puerto de Avilés.
Terminamos el día en Gijón, conocida ciudad para nosotros, pero no por eso, menos interesante.
Y terminamos, con un pequeño detalle artístico.
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