Calaceite es famoso, entre otras cosas, por ver nacer al prestigioso arqueólogo Juan Cabré, descubridor del arte rupestre levantino y poblados ìberos de la zona. En concreto, a pocos kilómetros de la villa, se conserva uno de estos poblados descubiertos y explorados por este arqueólogo, bautizado como Poblado Íbero de San Antonio de Calaceite, donde se construyó una ermita en su nombre.
Planta de la casa más grande e importante del poblado, seguramente perteneciente a una autoridad o militar de alto grado.
Camino de Cretas, visitamos un enterramiento íbero, llamados túmulos funerarios íberos, donde escababan cámaras funerarias para depositar las cenizas y parte del ajuar del finado.
Y ya en Cretas, otro típico pueblo medieval, lo más llamativo fue visitar la cárcel. Todos estos pueblos tenían unas diminutas y angostas mazmorras junto al ayuntamiento, donde encerraban a los acusados y en ocasiones, los ajusticiaban en la misma plaza del pueblo.
Todo esto en una mañana, así que por la tarde, habrá más que contar.
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