MINAS DE SAL
Una de las atracciones turísticas que no se puede perder uno, es la visita a las Minas de Sal de Wieliczka, una pequeña población próxima a Cracovia (Polonia). Se trata de una de las explotaciones mineras de sal más antiguas del continente, iniciando la actividad en el siglo XIII, siendo además de las más grandes del mundo debido a sus 327 metros de profundidad y sus más de 300 kilómetros de galerías.
Pero realmente su fama llega por la utilización civil de sus galerías, siendo explotadas para la visita de turistas y su utilización en el campo de la hostelería con bares, restaurantes e incluso residencia para pequeños grupos. Todo ello a decenas de metros bajo tierra.
En 1978 fueron declaradas estas galerías como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, siendo más que acertada esta catalogación. Como prueba, estas pocas imágenes obtenidas en la visita guiada que disfrutamos Isabel y yo.
Una entrada discreta que esconde una ciudad subterránea.
Bajando y bajando, casi con miedo de aproximarse al infierno.
Y así debió empezar todo hace ocho siglos, entregando a la Reina el primer trozo de sal encontrado en la zona.
Y mientras los mineros dormían, eran los enanitos lo que trabajaban en su lugar.
Una de las impresionantes capillas donde se celebran bodas, todo rodeado de paredes y esculturas de sal.
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