Ayer fue el primer día que cámara en mano, me decidía a experimentar la
primera toma de contacto con los escenarios donde va a desarrollarse el
proyecto.
Por muy pensado que se tenga todo, conforme te sumerges en el "decorado"
surgen nuevas ideas y otras ya maduras, se van matizando. Aquí es donde
se pone de manifiesto que casi siempre los proyectos son algo vivos,
que conforme se desarrollan se van conformando. Y tiene que ser así,
según vas comprobando el trabajo, hay que ir reajustándolo al propósito
que se busca.
Fue una primera interacción con el paisaje y sus gentes, todos llamados a
ser protagonistas en este recién nacido proyecto, terminando la sesión
con una sabrosa cena, que ayuda aun más a la integración entre autor y
actores.
Sólo como muestra y aunque no deberían ser la base de este trabajo los
paisajes, muestro esta fotografía del atardecer en el campo, que sirve
como punto de partida.
Ver el blog DESARROLLO CULTIVADO.
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