Lo primero que hay que destacar, es el interés del museo por mostrar una exposición de fotografía, cosa no especialmente habitual en las pinacotecas, pero que pone de manifiesto la importancia que está adquiriendo la fotografía en el mundo del arte.
En segundo lugar, han aprovechado la exposición de los retratos para incluir también retratos en óleo de otros famosos personajes de la historia, pretendiendo confrontar los retratos de Schommer con los de pintores reconocidos y cuyos cuadros ya estaban en la colección del museo.
Respecto a la exposición, está compuesta por una veintena aproximadamente de retratos de formato medio, todos del mismo tamaño en blanco y negro y presentados sobre dibond. Al presentarse todos a la misma altura y distancia entre ellos, expresa una sensación rítmica cercana a la reiteración. Esta sensación se acrecenta con el idéntico estilo en todos los retratos.
Las imágenes representan el busto de personajes famosos de la cultura española, son realizados en blanco y negro con una úmica luz directa cenital que genera unas sombras duras que incluso hace perder el detalle en partes improtantes de la cara, como es la cuenca de los ojos, dándole un marcado estilo a todos ellos.
Quizás, lo que más cuesta entender es el que haya algunos retratos con un blanco y negro más suave que otros, perdiendo aquí la homogeneidad y la reiteración presente en el resto de la exposición.
Adjunto el retrato de Rafael Alberti, donde se obsevan las características de la luz cenital utilizada en el resto de la obra presentada.
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