El sábado pasado tocaba visita por Burdeos, una ciudad con una arquitectura majestuosa con una reciente habilitación, que hace las delicias de cualquiera que disfrute con la fotografía de viajes o de arquitectura.
Inconfundible por el majestuoso río Garona con su Puente de Piedra y que la navegación fluvial tanto ayudo al desarrollo de la ciudad.
Monumentales edificios y esculturas integradas en la vida cotidiana de los aquitanos.
Y sus calles repletas de dinamismo, reflejo de ser el centro en el que gravita más de un millón de personas.
Y esto ha sido todo, por ahora.
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